Desde Chile me llega la invitación de Casa Bukowskia participar del Primer Festival Panhispánico de Poesía que se llevará a cabo del 1 al 5 de diciembre en modo virtual. Casa Bukowski Internacional, la multiplataforma panhispánica nació hace un año por iniciativa del poeta Ivo Maldonado, en Chile. Integra literatura, cine, radio, artes visuales, didáctica y ciencia en lengua española, provengan de donde provengan las iniciativas, más allá de fronteras y territorios. Exhorto a compartir estos cinco días con poetas de todas partes del mundo. Para ver el programa de todos los días pueden entrar al siguiente enlace de casa Bukowski donde estarán todos como el que les adjunto de mi participación.
ESTA NOTA SE LA DEDICO A TODAS LAS MUJERES DE ALTO VUELO QUE ADMIRO TANTO.
SER MUJER
Me preguntaron qué significa ser mujer para mí. Creo que es una pregunta incontestable. Intentaré al menos dejar sentir mi inquietud ante tal pregunta. Es algo que se siente desde antes de nacer. Creo que si debiera haber nacido hombre en algún lugar de mi mundo interior lo habría sentido. Nací sintiéndome mujer. Tal vez desde niña desperté pasiones inconfesables, sin darme cuenta. Porque cuando eres mujer, llevas un sello de grandeza especial en tu alma. Tienes el potencial de dar vida, de procrear, de tener ese sentimiento de amor inexplicable por otro ser que sale de ti. Ser mujer es sentir el placer de la demasiada ternura. Es saberse sola en un mundo que exige estructuraciones sociales que tal vez no entiendas. Es tener el deseo de romper cadenas, de romper chantajes emocionales y ser quien, eres de veras. Mujer, mujer guerrera que lucha contra la adversidad del mundo en general, porque sufres el dolor de los demás como si fueran propios. Mujer madre, mujer hija, mujer esposa, mujer hermana, mujer amiga, mujer amante, mujer que trabaja, mujer multiplicada.
Ser mujer es sentirse libre aún, estando supeditada a las expectativas de vida de otros. Es saber volar, estando a solas o acompañada, a ese mundo que solo a ti te pertenece. Es ser luchadora para defender tus puntos de vista y sumisa para aceptar cuando has errado. Es mirar la vida con ojos universales. Salir un poco del mundo que nos rodea y ver la vida como si la mirásemos desde lo alto. Hay tanta sublimidad y grandeza cuando nos desprendemos de lo cotidiano. Es un nutrirse de energía positiva para compartir con los demás. Un silenciarse para recibir de otros su musicalidad. Ser leal a los amigos, a la familia, a todos los que de una forma u otra tocan tu vida. Es dar de ti lo mejor dentro de tus capacidades. Es amar intensamente cuando amas y dejar atrás los sentimientos de dolor cuando hay desamor. Es estar alegre aún en momentos en que debieras estar triste. Con esa alegría interior de saberte viva, de saber que los momentos que nos oprimen el corazón, pasan. Ser mujer es transformar tu vida cada día y hacer de ella un mundo de novedades y sorpresas. Ser mujer es establecer una meta y hacer lo mejor posible para llegar a ella. Ser mujer es luchar para sobrevivir las adversidades que se nos presentan. De alguna forma somos la especie más fuerte.
Es saberte igual a muchas otras y a la vez entender que somos diferentes. Es intentar ser honesta con los demás, pero sobre todo contigo misma. No crear una imagen de perfección para complacer a los demás, porque a veces los demás se crean una imagen de ti que no tiene nada que ver contigo. En algunos momentos para conocer mejor a esta mujer que soy, me miro por dentro, indago el porqué de mis reacciones para con los demás y me miro en el espejo para ver qué veo en su reflejo.
Me agrada mucho ser mujer y sobre todo serlo hoy día. Hoy la mujer explora el conocimiento, toma riesgos, no es tan sumisa como se era antes. Ahora la mujer levanta su voz para reclamar los abusos a las que han sido sometidas o a los que son sometidos los demás. Gracias a la maravilla del Internet, hoy podemos reclamar cuando hay un abuso en algún lugar donde no se respeten los derechos humanos o los de la mujer. Y podemos levantar la voz para defender a la mujer que es vejada. Ser mujer es un misterio que pocos pueden definir. ¿Quién puede penetrar las aguas turbulentas que ondean el mar interno de una mujer? Yo me siento una mujer que ha tenido una vida plena, aún dentro del sufrimiento. Quisiera lograr dar al mundo lo mejor de mí, aunque eso sea sólo una minúscula forma de entrega.
Me uno a lo que dijo hace unos años, la escritora Gioconda Belli, a quien acompañé durante una entrevista que le hizo el periodista Mario Alegre en Puerto Rico: “si los hombres nos conceden a las mujeres 10 años para gobernar, de seguro arreglamos todos los problemas”.
Hace unos dos meses fui invitada por la escritora Sandra Santana, Presidenta del Pen Internacional de Puerto Rico a participar de un conversatorio sobre el tema “Ser Puertorriqueño”. Se llevó a cabo el día 20 de noviembre. Hoy recibo la grata sorpresa de recibir un obsequio del Pen por esa participación. Siendo una época de fiestas navideñas y celebraciones tan atípicas, tan solitarias para algunos que vivimos solos y el Covid nos priva de compartir con los demás, fue verdaderamente una sorpresa maravillosa. Quiero extender por este medio mi agradecimiento a Sandra Santana y a todos los miembros que hicieron que este bello regalo llegara a mis manos. Feliz Año 2021 para todos!!
Les comparto el video del conversatorio “Ser puertorriqueño”
El Primer Festival Internacional de Poesía “The Last Poets” / “Los Últimos Poetas” se celebró los días 29 y 30 de septiembre de 2020. He tenido el honor de haber sido invitada a participar por el Director del Festival Ivo Maldonado a quien agradezco sobremanera. Estuve representando con orgullo a nuestro Puerto Rico. Mi participación fue el miércoles 30 a las 17.00 hrs de Puerto Rico/ Miami.
En la nota de prensa del Festival en el Periódico Luz Verde Loreto nos dice lo siguiente:
En enero 2020 se produjo el encuentro entre el poeta chileno penquista Ivo Maldonado y el poeta amazónico Kriztian Valente en la ciudad de Iquitos, en el que se gestó la propuesta chilena de unir poéticamente el río Amazonas con el río Biobío.
En ese marco de convenio interinstitucional entre la Escuela de Artes y Culturas Amazónicas (Perú), Editorial Bukowski (Chile) y Sentidos, Revista Amazónica (Perú), se realizará el Primer Festival Internacional de Poesía “The Last Poets”/ “Los Últimos Poetas. 29 y 30 de Septiembre de 2020. Que será transmitida por distintas plataformas digitales de los organizadores.
Agradezco a Ivo Maldonado por esta propuesta e incluirme en esta mesa. A Kriztian Valente que fue anfitrión de esta mesa desde la Amazonia del Perú. Gracias a todos los organizadores.
En este evento participarán poetas de distintos países como E.E.U.U., España, Rusia, Irak, Egipto, Colombia, Venezuela, Bolivia, Puerto Rico, Chile, y Perú. Son 35 poetas invitados, todos leyendo poesías en español y en sus lenguas nativas.
Parecen cosas que solo ocurren en los cuentos. Tener que quedarse forzosamente en casa, volver a alternar con los hijos, trabajar a distancia, consumir apenas lo indispensable, tratar de tener reservas de las cosas más básicas, querer respirar aire puro, esquivar las aglomeraciones, temer los contactos. Que de pronto se cierren las escuelas, se clausure el comercio, se cancelen los espectáculos, se paralicen las fábricas. Que de un momento a otro las economías se hundan, las monedas colapsen, los transportes se interrumpan, ¿Qué nos dice la Tierra con todo esto?
Cuando se presentó la última gran pandemia, la de la gripe española de 1918, no se le experimentó de la misma manera. Era un hecho planetario, pero había que vivirla como un hecho local en todas partes. Ahora, por primera vez, sentimos que nos está ocurriendo lo mismo en el planeta entero. Esta sociedad ultra informada y ultra globalizada nos está brindando esa experiencia nueva de compartir la curiosidad, el miedo y la fragilidad de toda la humanidad, nos está haciendo comportar como especie.
Es extraño sentir por primera vez (porque antes fue distinto, y lo vivieron otros) que el tejido de la civilización se conmueve y parece vacilar. Casi nos alcanza el recuerdo de esos viejos oráculos que descifraban señales en el vuelo de las aves, mensajes en los hechos de la naturaleza y en las tragedias de la historia. Ya nada parece azaroso, ni siquiera las formas de las nubes, y al fin se nos revela cuán conectados estamos, de qué manera asombrosa está entretejido este mundo. Entonces cada uno de nosotros se pregunta cuál es el mensaje.
¿Que somos muchos ya? ¿Que devorar animales es dañino? ¿Que la mayor parte de los afanes del mundo son vanos? ¿Que la lentitud y la soledad son preferibles? ¿Que las ciudades, más allá de ciertos límites civilizados, son un error y una trampa? ¿Que el modelo económico en que vivimos no solo es desigual e injusto, sino absurdo y asombrosamente frágil? ¿Que las corporaciones pueden derrumbarse con la misma facilidad que los seres humanos? ¿Que lo que llamamos el poder es una brizna de hierba al viento de la historia? ¿Que así como Ricardo al final estaba dispuesto a cambiar su reino por un caballo, hay un momento en que cambiaríamos todas nuestras riquezas por un poco de aire puro en los pulmones, por un sorbo de agua en la garganta?
Todo viene a recordarnos que podemos vivir sin aviones, pero no sin oxígeno. Que los que más trabajan por la vida y por el mundo no son los gobiernos, sino los árboles. Que la felicidad es la salud, como quería Schopenhauer. Que, como dijo un latino, la religión no es arrodillarse, rezar y suplicar, sino mirarlo todo con un alma tranquila. Que si los humanos trabajamos día y noche por enrarecer la vida, por intoxicar el aire, por arrinconar al resto de los vivientes, por alterar los ritmos de la naturaleza, por destruir su equilibrio, el mundo tiene un saber más antiguo, un sistema de climas que se complementan, de vientos que arrasan, de catástrofes compensatorias, de silencios forzosos, de quietudes obligatorias, ejércitos invisibles que trazan líneas rojas, neutralizan los daños, controlan los excesos, imponen la moderación y equilibran la tierra.
Después de siglos de atesorar nuestro conocimiento, de valorar nuestro talento, de venerar nuestra audacia, de adorar nuestra fuerza, llega la hora en que también nos toca ponderar nuestra fragilidad, estimar nuestro asombro, respetar nuestro miedo.
También hay algo poético en el miedo: nos enseña los límites de la fuerza, el alcance de la audacia, el valor verdadero de nuestros méritos. Como el mar, sabe decirnos dónde hay algo que nos supera. Como la gravedad, nos muestra qué poderes están sobre nosotros. Como la muerte y como el cuerpo mismo, nos dice qué mandatos no podemos violar, qué no está permitido, qué frontera es sagrada. Y no lo hace con admoniciones ni discursos ni amenazas, sino con un lenguaje sin palabras, eficiente y sutil como un oráculo, que obra “sin lástima y sin ira”, como dijo un poeta, y que es luminoso e inflexible, como una llama.
Pero si el miedo es una reacción ante las amenazas del mundo, la angustia es una reacción ante las amenazas de la mente y de la imaginación. Hace evidente el misterio del mundo, aviva la memoria y sus fantasmas, revela la eficacia de lo invisible, el poder de lo desconocido.
Dicen que lo que no nos destruye nos hace más fuertes. Esa inminencia del desastre pone también un toque de magia aciaga en lo que parecía controlado, un sabor de alucinación en los días, suelta una ráfaga de locura sobre todo lo establecido, un destello de Dios en la prosa del mundo.
Y sentimos que hay algo que aprender de estas alarmas y peligros. Si todo lo más firme se conmociona, nos enseñan que todo puede cambiar, y no necesariamente para mal. Que si la tormenta lo estremece todo, nosotros también podemos ser la tormenta. Y que en el corazón de las tormentas también puede haber, como decía Chesterton, no una furia, sino un sentimiento y una idea.
En esa pausa de paciencia y de miedo ganan nuevo sentido las meditaciones de Hamlet y los delirios de don Quijote, los consejos de Cristo y las preguntas de Sócrates, los sueños de Scheherezada y la embriaguez de Omar Kayam. Si hay un mundo cansado y enfermo que cruje y se derrumba, tiene que haber un mundo nuevo que se gesta y que nos desafía.
Queremos de pronto decir como Barba Jacob: “¡Dadme vino y llenemos de gritos las montañas!”. Queremos decir, como Nietzsche: “Y que todos los días en que no hayamos danzado por lo menos una vez se pierdan para nosotros, y que nos parezca falsa toda verdad que no traiga consigo cuando menos una alegría”.
El poemario AL ROCE DE LA PIEL CALLADAde JULIO PAVANETTI– 1er Premio del XVI Certamen de Poesía “Ayuntamiento de Aspe” Biblioteca Municipal Rubén Darío – Aspe España 2015, ha sido presentado en una edición bilingüe el pasado mes de noviembre 2018. La traducción al inglés fue hecha por la poeta María Juliana Villafañe.
El primer Hispanic Heritage Poetry Festival de Miami se llevó a cabo los días 18 y 19 de octubre 2018. Se le ha dedicado al reconocido escritor argentino Luis Alberto Ambroggio.
La promotora cultural y escritora Pilar Vélez tuvo a su cargo la organización del evento junto a múltiples colaboradores.