El 24 de noviembre, 2017 en Lima, Perú, tuve el inmenso placer de conocer al poeta Gian Pierre Codarlupo (Piura). En esa ocasión junto a otros cinco jóvenes recibió Mención Honrosa durante la Premiación del Joven Poeta del Perú. En esa ocasión el ganador fue Roy Alfonso Vega Jácome.
Este pasado 10 de febrero, en la Casa de la Literatura Peruana, se presentó el libro Caída de un pájaro en el mar de Gian Pierre Codarlupo, Premio Nacional de Poesía Huauco de Oro. El poemario lleva un excelente prólogo del poeta Bethoven Medina quien en la contraportada dice: en este libro se presenta el lirismo ontológico y su confrontación con la existencia en varios matices, y su aparición es grata por cuanto en los últimos años se ha abusado del coloquialismo, de manera que esta poesía resulta fresca y renovada.
La presentación estuvo a cargo del escritor y editor Harold Alva quien manifestó sobre Gian Pierre que es: “heredero de una tradición que tiene en Marco Martos, Alberto Alarcón, Armando Arteaga, Roger Santiváñez, Miguel Angel Zapata, Luis Eduardo García, Houdini Guerrero y Martín Córdova, sus principales exponentes; es miembro de una generación que ha recuperado en el poema aquellas construcciones negadas por el coloquialismo que nos entregó, desde los sesenta, poetas como cronistas donde el rigor estético fue reemplazado por la inmediatez de la emoción.
El escritor Roberto Arizmendi comentó sobre la poética de Gian Pierre en un comunicado que envió desde Coyoacán, México y fue leído en esa noche: La poesía de Gian Pierre es de una fuerza extraordinaria. En las imágenes que va creando en sus poemas subyace una conciencia clara de su paso por el mundo y un gran compromiso con la vida, con la Naturaleza y con las personas, además del manejo mágico del lenguaje.
Tuve ocasión de leer este poemario cuando aún estaba inédito y quedé impactada con la madurez con que este joven poeta, nos lleva a alcanzar alturas insospechadas en la emoción que nos transmite.
EXILIO
Dejé mi patria hace 19 años
con los ojos de mi madre
abandonados en mi espalda.
Dejé la mar,
las caminatas jadeantes
cuando el atardecer
era un mórbido sonido
entre mis manos.
Ahora
la madrugada sacude mis brazos,
recorre mi sexo,
y empiezo a recordar
unos ojos
que lentamente se han ido desmembrando,
que lentamente se fueron de mi vida
hasta ser solo una imagen descarnada,
embarazada de sí misma
y con una habitación entreabierta
por si alguien quiere hacer el amor
o recoger su muerte
antes de que sea demasiado tarde
y lo sorprenda un día
sin libertad.
Felicitaciones Gian Pierre!!