IX Encuentro Internacional de Escritoras Matilde Espinosa

Estando en la puerta de salida del vuelo que nos llevaría a Bogotá, Colombia para participar en el IX Encuentro de Escritoras Matilde Espinosa, coincidimos con varias escritoras puertorriqueñas y la emoción del encuentro denunciaba lo que habría de ser ese viaje tan esperado.

Llegamos sin novedad al aeropuerto El Dorado de Bogotá. Mi compañera de viaje y de tantos encuentros era la escritora Mairym Cruz Bernal, Presidenta del Pen Club de Puerto Rico. Fuimos recibidas con sumo cariño por amigos de Bogotá y esa primera noche por la escritora Graciela Rincón quien nos acogió en su casa. Graciela Rincón es una escritora colombiana a quien le mueve el leguaje del árbol. Su voz poética es la de la hortelana de la tierra.

El título de uno de sus libros “Me está llamando un árbol” nos abre el deseo de penetrar ese mundo en que los árboles son testigos de sus más íntimos pensamientos.

Esa noche tuvimos el privilegio de compartir una tertulia con algunos escritores colombianos y la sorpresa mayor fue la de conocer a la escritora Maruja Vieira. Acompañada de su hija Ana Mercedes Vivas, nos dio el privilegio de poder conversar de una forma amena sobre el tema que poblaría nuestro encuentro, el homenaje a su amiga Matilde Espinosa (1911-2008).

Nos dice el escritor Carlos Enrique Ruiz, que Matilde Espinosa ha dejado una obra sólida, sin el amparo de editoriales que fabrican “best- Sellers” y autores para la fugacidad de cócteles y de las vitrinas de revistas y periódicos. Distante con ejemplaridad del arribismo y de la mendicidad intelectuales, su vida se desarrolló en la íntima independencia de un ser privilegiado, cuya personalidad atraía por la sabiduría, por la delicada manera de comportarse, con el encanto de voz que cautivó a interlocutores y a nutridos auditorios en sus recitales.

De conversación cautivadora, en especial cuando decía sus propios versos, puesto que les daba la entonación y modulación exactas en mandato de espíritu selecto, fino, delicado, que compartió con generosidad.

Nos dice Ruiz en su  libro “Matilde Espinosa en la contienda de vida y poesía”  que la obra de Matilde como poeta sustantiva tiene la trayectoria de su vida ligada a los acontecimientos sociales al comienzo y luego con proceso de interiorización, intimista.

De sus primeros poemas influidos por el mundo que la rodeaba, discretos y sonoros, fue derivando a otras dimensiones más profundas. Su poesía en conjunto es un gran mural espiritual, con espectros que cubren posibilidades inmensas. La poesía fue su única aliada, como Rilke, desde los comienzos, para testimoniar las injusticias en el mundo, el tormento de seres adorables, pero también para acceder a la meditación que trasciende las meras formas burdas del diario acontecer.

Maruja Vieira me contaba que ella todas las tardes recordaba a esa amiga que dejó un vacío enorme en su vida,  se le salían las lágrimas hablando de ella. Por años se reunían en las tardes a conversar, a compartir sus pensamientos.

Como amigas entrañables ambas lucharon contra las injusticias, sobre todo, aquellas cometidas contra la mujer. Maruja Vieira fue casada con el poeta caucano José María Vivas Balcázar y tiene una hija Ana Mercedes Vivas también periodista y poeta con quien tuvimos el privilegio de compartir.

Nos sorprendió deleitándonos con sus canciones en una de las cenas que tuvimos, canta con entonaciones románticas que nos llevan a recordar aquellos boleros de letras que nunca olvidamos.

También tuvimos el privilegio de escuchar en el Centro Cultural García Márquez, al nieto de Matilde Espinosa,  Guillermo Martínez hablando de ella y de su obra. Al haber fallecido sus padres siendo jóvenes, Guillermo es como un hijo de Matilde. Nos dice que ella tenía una comunicación con los espíritus de las aguas y los montes.

Tenía una capacidad de asombro en sus escritos, teniendo un espíritu infantil que mantuvo incólume su inocencia y su lucidez aún en la enfermedad. Considerada la poeta símbolo de la libertad logró el voto para la mujer en Colombia. Las Plenarias sobre la obra de Matilde Espinosa, estuvieron a cargo de la escritora Guiomar Cuesta, Clemencia Calero Espinosa, Cristina Maya, José Luis Díaz-Granados entre otros.

La Pontificia Universidad Javeriana fue el marco donde se desarrollaron las ponencias, presentaciones de libros, recitales y todas las actividades literarias del Encuentro. Es casi imposible contarles todo el despliegue de manifestaciones literarias con las que nos dimos cita. La escritora colombiana Laura Restrepo, quien tenía a su cargo una de las ponencias magistrales no pudo asistir al encuentro y se excusó desde Ciudad de México.

El viernes 22 de octubre en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño todas las escritoras nos dimos cita para una conferencia con la Sra. Clara Rojas quien presentaba su libro “Cautiva”. Fue muy amable para contestar las preguntas que le lanzaban desde el público. Muchas de ellas no las contestó porque tenían respuestas en las páginas de su libro.  Al preguntarle cuales eran las tres cosas más impactantes para ella durante su cautiverio, respondió:  la primera, el momento de saber que has sido secuestrada, lo segundo, tener un hijo por cesárea en la selva para perderlo a los pocos meses y tercero, estar atada con cadenas por los pies como un animal. No deseo entrar en opiniones políticas o de orden moral pero creo que ningún ser humano debería ser tratado de esa manera, no importa los ideales o las circunstancias que les lleven a ello.

Las presentaciones de libros, ponencias, lecturas de textos fueron de una calidad maravillosa. No puedo mencionar a todas las escritoras participantes pero mencionaremos a algunas.

Estuvo presente la Sra. Laura Hernández, Presidenta y fundadora de ALIJME A. C. Asociación de literatura Infantil y Juvenil de México, quien fuera la Presidenta del  VI Congreso Inés Arredondo, celebrado en Guadalajara Méjico en septiembre (2004). Mairym Cruz Bernal quien como Presidenta del V Encuentro de Escritoras Clara Lair y Julia de Burgos más allá de las fronteras (2003), nos diera la bienvenida. En uno de sus reclamos abogaba porque ya no existieran  mujeres en el planeta que tuvieran que “pedir permiso” a los maridos para poder lograr sus metas como mujeres creativas.

Conocimos a mujeres escritoras como Socorro Mármol de España, Ana María Mayol, María Vilalta y Teresa Palazzo Conti de Argentina, Carmen Amaralis Vega Olivencia, poeta científica con dos doctorados en física y química utilizando esa maravillosa métrica para exponerla hábilmente en su quehacer poético. María Eugenia Berríos Carrasola de Chile hizo un maravilloso diálogo poético con Laura Hernández sobre Gabriela Mistral.  Maggy Coster,  presentó su libro junto con poemas de Matilde Espinosa traducidos al francés.

La escritora argentina Perla Suez presentó su libro más reciente “La Pasajera”. A los retos de la escritura y narrativa de las mujeres se sumaron las presentaciones de Johanny Vázquez Paz de Puerto Rico- Escribir a la sombra de otro idioma: escritores latinoamericanos que mantienen el español en Estados Unidos. María Luisa Lázzaro de Venezuela, poeta, narradora y editora nos habló del compromiso social y político al compromiso estético literario.

Hay que agradecer a la Presidenta del IX Encuentro de Escritoras Matilde Espinosa, la Sra. Bella Clara Ventura por su gran labor en reunir a tantas escritoras en este magno encuentro. Cabe mencionar que hubo participación de hombres escritores, como el Sr. Santiago Augusto Risso del Perú, Héctor José Corredor de Colombia, Daniel González de Argentina entre otros.

Una vez se concertó que el próximo Encuentro será en la Ciudad de Panamá, presidido por la escritora Gloria Young quien logró la sede de Panamá al venir a pedir la sede con cartas de aval de tres universidades panameñas y de entidades turísticas del País, que los hombres tendrán participación en el próximo encuentro siempre y cuando el trabajo presentado hable o critique la obra de la mujer. La Sra. Bella Clara Ventura y la Sra. Elizabeth Altamirano, presidenta  honoraria y fundadora  del primer encuentro de Mujeres en Arequipa, Perú, hicieron entrega oficial de la sede a Gloria Young.

El encuentro terminó con una tertulia poética en la Casa Silva, lugar que fuera el hogar y donde murió el famoso escritor José Asunción Silva. Parte de los momentos claves para conocer la Ciudad de Bogotá fueron las visitas al museo Botero, Centro Cultural García Márquez, Museo del Oro, Museo de Arte Colonial, y un recorrido por las Bibliotecas Públicas de Bogotá,  entre otros.

Quedamos muy impresionados con la hospitalidad que nos diera el pueblo Colombiano en una visita que nos dejó muy impactados con sus raíces literarias y culturales.